La Mortadella Bologna IGP tiene una historia centenaria y se elabora usando técnicas únicas en el mundo. Es un embutido cocido, elaborado exclusivamente con carne de cerdo, de forma cilíndrica u ovalada, color rosado y aroma embriagador. Se elabora con carne de cerdo picada hasta obtener una textura muy fina. A la mezcla se le añade manteca de cerdo en cubitos, sal, pimienta y otras especias, según la receta de cada productor. La masa embutida se somete a una cocción prolongada en hornos de aire seco. Esta fase afina las características sensoriales del producto acabado. El aroma es inconfundible, ligeramente picante, mientras que el sabor es pleno y bien equilibrado, gracias a la presencia de la manteca de cerdo que endulza el sabor de la carne.
La Mortadella Bologna IGP es un producto cada vez más acorde con los dictados de la ciencia nutricional moderna: 100 gramos de Mortadella tienen unas 288 calorías, menos que un plato de pasta. Además, sólo tiene 60/70 miligramos de colesterol por cada 100 gramos, como la carne blanca más dietética. Además de la elevada presencia de proteínas nobles, la Mortadella Bologna IGP se caracteriza por su contenido de vitaminas B1, B2 y niacina y es rica en minerales como el hierro y el zinc, que garantizan un aporte energético adecuado para quienes practican deporte.
El Consorzio Italiano Tutela Mortadella Bologna nació oficialmente en 2001 gracias a la unión de las más importantes Empresas productoras de este noble embutido. Su misión fundamental es la búsqueda de la protección, promoción, valorización, información al consumidor y cuidado general de los intereses relacionados con la Indicación Geográfica Protegida Mortadella Bologna.
El consorcio, en el desarrollo de sus actividades, se compromete a aplicar las medidas necesarias para prevenir y evitar los fenómenos que puedan perjudicar, directa o indirectamente, al producto, al consorcio y a sus miembros, y lo hace principalmente mediante la aplicación de las normas establecidas en el Reglamento de Producción, garantizando al mismo tiempo a cada productor la posibilidad de conservar su receta original y de mejorarse siempre. El objetivo principal de esta actividad constante es garantizar a los consumidores un producto con características únicas en términos de calidad y sabor.