El sistema de producción de las DOP e IGP está en constante crecimiento y responde a la atención cada vez mayor de los consumidores a la búsqueda de la calidad alimentaria, la tipicidad y el vínculo entre el producto y su territorio bien definido.

Los embutidos protegidos son:

• Productos de calidad superior, garantizados y con una cadena de suministro controlada, desde las materias primas en todas las fases de elaboración;
• Productos más sostenibles, con técnicas de producción que tienen en cuenta los impactos sobre el medio ambiente, los territorios y las comunidades;
• Productos contemporáneos, porque responden a las nuevas exigencias de los consumidores, sobre todo en términos de valores nutricionales; de hecho, contienen menos sal y grasas que en el pasado.

Por eso, consumir estos manjares, en las dosis recomendadas y como parte de una dieta variada y equilibrada, ¡es un placer al que no tienes por qué renunciar!